martes, 28 de octubre de 2014

EL MIEDO

Hoy en clase de filosofía hemos hablado del miedo. Yo querría expresar mi opinión sobre el tema. Para empezar, parece ser que en el libro se dice que el miedo se tiene, se experimenta y se muestra. No estoy de acuerdo. En mi caso, me enorgullezco de, aunque tengo mis miedos (bastante abundantes, además), tan solo los utilizo como advertencia. En el momento que uno se lanza con los puños levantados contra algo que causa miedo ya ha ganado. Yo no muestro ese miedo, lo que causa que el miedo acabe por desaparecer. Mi objetivo es acabar llegando a un estado en el cual no tengo miedos, sólo un sentido de la prudencia.

Por ejemplo; la lógica diría que al enfrentarte a alguien más grande y fuerte que tú, sientas miedo. En los segundos siguientes se mide la valía del sujeto. Si el sujeto se amedrenta, entra en pánico y sale corriendo, o admite su equivocación (aunque llevase la razón) ya ha perdido, y tiene la honra y la dignidad por los suelos. Por supuesto, este tipo no tiene valía. Sin embargo, si el sujeto se queda en su sitio, ya tiene posibilidades de ganar la discusión (aunque sea por la fuerza). También puede llevarse una paliza, pero el honor está intacto. Yo prefiero la soberana paliza antes que ceder. Y no es así porque no tenga miedo, sino porque hago caso omiso. Y al hacer caso omiso del miedo, ya he ganado el primer asalto. Esa ventaja ya no la tiene.

Esto yo creo que es útil en el ser humano. Por ejemplo: ¿cómo consiguieron los vietnamitas aguantar al ejército estadounidense? Pues bueno, los EEUU utilizan la estrategia de conmoción y espanto. Consiste en asustar al enemigo hasta tal punto que se retira sin presentar resistencia verdadera, y así no tienen que luchar (es un poco de cobardía). Sin embargo, los vietnamitas dijeron 'Ah, muy bien. dais mucho miedo. Pero no nos movemos'. Admirable. So sólo no fuesen comunistas...

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